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Muy Buenos Días! Si todo el tiempo estoy reflexionando, analizando y hago meditaciones para escuchar a diario mi propio ser, repensando si como estuvo mi día, que no hice que me hubiera gustado hacer, si trate de hacer algo que me conecte con mis propios deseos, intereses, valores, principios, ideas, y me recuerdo que yo soy importante que yo tengo que valorarme, y que a veces por más difíciles que se vuelva la rutina hay un momentito del día que me permito ser feliz.
Buenas Tardes! me presento, Soy Leticia Silveyra docente de nivel inicial, actualmente me desempeño en sala de 5 años en el Jardin Paula D. de Bazan, estoy muy contenta de formar parte de estas capacitaciones, y espero aprender mas conocimientos para llevarlo a la practica. Gran Saludos a todos.
Hola muy buenas tardes! Soy Leticia Silveyra docente de Nivel Inicial ejerciendo la docencia en la ENI 19 Paula Domínguez Bazán.
Estoy muy contenta de comenzar está capacitación, espero cumplir con los requisitos requeridos. Muchas GraciasMuy Buenos Dias! Un placer compartir con ustedes, mi nombre es Leticia Silveyra, gracias por permitirme capacitarme y aprender conocimientos sobre y de HANNAH ARENDT, soy docente de Nivel Inicial de la ENI 19 Paula D. de Bazan, soy de San Luis cap. muchas gracias a todos.
La pregunta apunta directamente a una de las tensiones centrales que explora el texto de Hannah Arendt sobre la libertad y los derechos humanos. La aparente paradoja de que algo «innato» necesite ser exigido y protegido por leyes positivas se explica por la distinción crucial que Arendt establece entre la libertad como capacidad inherente (libre albedrío) y la libertad como acción política y condición de pertenencia.
Aquí desgloso las razones por las que, según la perspectiva arendtiana desarrollada en el texto, la libertad innata no es suficiente para garantizar el ejercicio de los derechos y requiere de la exigencia y el blindaje de leyes positivas:
La libertad innata no se traduce automáticamente en derechos efectivos: Si bien la capacidad de desear o elegir (el libre albedrío) puede ser inherente al ser humano, esta capacidad individual no garantiza por sí sola la posibilidad de actuar libremente en el mundo y de tener derechos reconocidos y protegidos. Arendt argumenta que los derechos humanos se vuelven efectivos solo dentro de una comunidad política organizada donde los individuos son reconocidos como miembros.
La pérdida de pertenencia anula la efectividad de la libertad y los derechos: El texto enfatiza repetidamente cómo la experiencia de los apátridas y refugiados en el siglo XX demostró que cuando una persona pierde su pertenencia a una comunidad política (su ciudadanía), no solo pierde sus derechos civiles, sino que la noción misma de sus derechos humanos se vuelve inoperante. Su «libertad innata» no les otorga ningún estatus ni protección en un mundo organizado en Estados-nación.
Los derechos dependen de un marco legal y político concreto: Siguiendo la línea de Burke, Arendt reconoce que los derechos que realmente se ejercen están ligados a leyes positivas dentro de una «localidad» política específica (la nación). Sin este marco legal y político que los reconozca y los haga cumplir, la idea abstracta de una libertad innata y unos derechos inherentes al ser humano se quedan en una mera declaración sin poder real.
La libertad como acción política requiere un «espacio de aparición»: Para Arendt, la libertad en el sentido político relevante para los derechos humanos no es solo una cualidad interna, sino la capacidad de actuar y hablar en la esfera pública, de participar en la vida política junto a otros. Este «espacio de aparición» no surge espontáneamente de la naturaleza humana; necesita ser creado y garantizado por instituciones políticas y leyes que permitan y protejan la pluralidad y la acción conjunta.
La necesidad de protección contra la arbitrariedad y la desnaturalización: La historia del siglo XX, analizada por Arendt, muestra cómo los Estados pueden desnaturalizar y despojar de derechos a grupos enteros de personas. Las leyes positivas y su exigencia son cruciales para «blindar» a los individuos y a los grupos contra estas acciones arbitrarias y para asegurar que su humanidad y sus derechos sean respetados.
El «derecho a tener derechos» como exigencia política: La propia noción arendtiana del «derecho a tener derechos» no es un derecho innato que se posee automáticamente. Es, más bien, una exigencia política fundamental: el reclamo de ser reconocido como miembro de una comunidad política para poder tener derechos y participar en la esfera pública. Esta exigencia necesita ser traducida en leyes y estructuras políticas concretas.
Para Arendt, aunque la capacidad de libertad pueda ser inherente al ser humano, su realización efectiva en términos de derechos y participación política no es automática. Requiere de la creación y protección de un espacio político a través de leyes positivas que garanticen la pertenencia, la acción y la protección contra la desposesión. La exigencia constante y el blindaje legal son necesarios porque la historia demuestra la fragilidad de los derechos cuando dependen únicamente de una noción abstracta de humanidad o de una capacidad individual sin un marco político que la sustente.
SILVEYRA MYRIAM LETICIA
