@39993096
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Buenas tardes, respecto a las siguientes preguntas
¿Cuál es la relación de la Libertad y la Responsabilidad?¿De qué somos responsables los docentes en nuestra tarea áulica?
¿En qué medida las responsabilidades que nos exige el sistema, nos coacciona la libertad de cátedra y hasta dónde se es responsable o no, al no seguir los lineamientos generales que nos impone el Sistema?
¿Qué acciones educativas califican de responsabilidad y cuáles afianzan la libertad tanto en docentes como en alumnos?Comprendo qué se entiende por libertad y responsabilidad como una dicotomía, dos conceptos que refieren a cosas diferentes pero que se complementan y se necesitan uno a otro, no podemos pensar en la libertad, tal como se presenta desde el pensamiento de Arendt, es decir, la libertad de accionar en el mundo en que se vive, sin tener que asumir la responsabilidad de tal tarea, de tal hecho. Somos libres de actuar en este mundo, que nos pertenece, pero desde nuestra individualidad debemos reconocer que habitamos esta realidad con un Otro, y debemos sin duda alguna, ser responsables para decidir, para pensar, para razonar, teniendo en cuenta a ese otro. Es ese Otro quien nos permite a la vez la pluralidad y la individualidad.
Siguiendo con lo dicho anteriormente, el ser docente trae en su agenda diaria el reconocernos como responsables de formar sujetos, no para un futuro, sino sujetos que habitan esta realidad, este presente, debemos ser responsables de formar sujetos críticos, que se animen a pensar, a actuar, y decidir, a equivocarse; no pensando en «los jóvenes del futuro» sino pensando en las infancias y adolescencias que tenemos ahora, en este presente. Porque solo vamos a lograr formar y acompañar a sujetos críticos si les damos la posibilidad de reconectar con su propia realidad, sus vivencias actuales.
Por último, considero que una acción que califica como responsabilidad, es el enseñar todo a todos, independientemente si es un contenido que considero no concuerda con mi forma de pensar, debo de igual manera enseñarlo, siempre desde la responsabilidad de formarme en tal tema y no condicionar a los estudiantes a que piensen como uno, sino darles la posibilidad de que armen sus propias conjeturas, sus propias ideas, y en base a eso, hagan elecciones críticas. En este mismo ejemplo se afianza la confianza, de permitirme como docente estar en esa posición de «vulnerabilidad» de que no soy el dueño de la verdad, y de que deposito confianza en el otro, en los estudiantes, para que sean realmente parte del proceso de enseñanza-aprendizaje desde un lugar activo, y de valoración por el saber del otro.
Mendoza Fátima.
Buenas noches, desde mi perspectiva, la condición humana es el aspecto más genuino de humanidad; es la subjetividad propia, dialogando con las demás subjetividades. Es la acción, que nos modela como ser sintiente y racional. La condición humana es la capacidad de ser en el mundo, con otros, desde mis propias acciones y vivencias, desde mi propia condición de existencia entramando vínculos y modelando mi manera de existir junto con otros. Y ahí, considero que esta la relación, mi condición propia de existencia, con mis experiencias, con mis aprendizajes, que han formado mi capacidad de construirme humanamente guardan profunda e íntima relación con mi forma de comprender que es la condición humana. Hay una relación, directa, entre lo que comprendo y como vivo y construyo en base a lo que considero que es la condición humana.
Respecto al segundo punto, considero que guardan una íntima relación, la política, término que hace alusión al ciudadano, a lo colectivo; no puede construirse sino es en relación al otro, como la condición humana, mi forma de ser y estar en el mundo se nutren y construyen desde mis creencias, desde mis acciones, pero que llevo a cabo en un contexto colectivo. Todo ser humano, en su existencia misma es político, nos desarrollamos no solo bilógicamente, sino psíquicamente con un Otro; y en esa relación la condición humana y la política me construyen como ser humano.
Mendoza Fátima.
Buenas tardes, soy Mendoza Fátima, Prof. de Educación Especial egresada hace muy poco tiempo de la UNSL (espero no sea la 3 vez que se sube el mensaje jaja) estuve intentando comentar y no me dejaba. Nos deseo a todos que tengamos linda cursada de muchos aprendizajes.
Buenas tardes, luego de leído el documento a la reflexión que logro llegar es qué, al hacer un recorrido por la historia mundial podemos notar que ciertos conceptos como el de libertad ha sido asociado como sinónimo de libre albedrío, siendo esto entendido como erróneo, porque refieren a conceptos diferentes. Además, comenta también Arendt, que al igual que los Derechos Humanos, la libertad muchas veces queda en un mero concepto, que es pensado para un hombre inexistente, es decir no se contempla la realidad de los seres humanos, por lo tanto, si bien quedan enmarcados en documentos legales conceptos como Derechos Humanos, Libertad, en la práctica cotidiana son inexistentes, o incluso excluyentes; son presentados para cierto tipo de persona, dejando por fuera a la mayoría.
Por último, dichos conceptos al ser pensados para un tipo específico de «hombre» y sociedad, deben ser respaldados por leyes que justifiquen a los mismos, y esto creo que es el tema central, no se contempla la pluralidad, lo real, se piensa en abstracto sin tener en cuenta la concreto, y en ese ideal errado debe haber leyes que lo justifiquen.
