@41807321
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Buenas noches.
La Ley de Cooperativas básicamente organiza cómo deben funcionar estas en Argentina. Establece que las cooperativas se basan en el esfuerzo propio y la ayuda mutua. Tienen capital variable, duración ilimitada y no pueden tener fines políticos, religiosos ni de propaganda. También explica cómo se constituyen: se necesita un mínimo de 10 personas (salvo excepciones), se conforman por acto único y deben registrarse para funcionar legalmente. La ley detalla los derechos y obligaciones de quienes forman parte de una cooperativa: pueden participar en asambleas, votar, ser elegidos para cargos, y también tienen que cumplir con el estatuto y aportar económicamente. En cuanto a la administración, hay un consejo que gestiona y un síndico que controla que todo esté en orden. Se exige llevar una contabilidad clara, con libros, balances, memorias, etc., para garantizar una buena gestión. Y por último, regula cómo se disuelven las cooperativas y deja en claro que las reservas sociales no se reparten entre los socios.Buenas noches.
Yo considero que, aunque la libertad sea considerada un derecho innato, no basta con que esté escrita en una constitución. Si una persona no es reconocida, si su voz no es escuchada o sus necesidades son ignoradas, entonces esa libertad no se vive realmente. Por eso es necesario exigir su cumplimiento. Porque hay una gran diferencia entre que la libertad exista como principio y que las personas puedan gozarla en igualdad de condiciones. Las leyes lo protegen de abusos, exclusiones o desigualdades.
Blindar la libertad con leyes positivas no contradice su carácter innato, sino que lo reafirma.Buenas noches.
A diferencia de otros modelos, considero que el cooperativismo facilita el desarrollo de los países porque propone un desarrollo más equitativo e inclusivo. Busca satisfacer las necesidades a través del esfuerzo común, la solidaridad y el apoyo mutuo. Esta lógica permite una distribución justa de los recursos, genera empleo, impulsa la educación cooperativa y mejora la calidad de vida, especialmente en sectores vulnerables. Por eso, contribuye directamente al crecimiento económico y social sostenible.
En cuanto a la resignificación del tejido social, el cooperativismo es vital porque propone otra manera de vincularnos. En sociedades atravesadas por el individualismo, el cooperativismo permite reconstruir lazos de solidaridad, creando espacios colectivos de decisión orientados al bien común para el desarrollo de sociedades más justas.
